Me gusta caminar, ya sea con mi señora o solo, mirar las fachadas de los edificios, los árboles, los escaparates, dejar volar la imaginación o charlar de bueyes perdidos, vagando por esas veredas de Buenos Aires que tienen un "no se que" que las hacen únicas e inconfundibles.
Hoy me voy a referir a uno de esos "no se que" o se podría decir con mayor exactitud a uno de esos "si se que", son de forma y tamaños variados, texturas y colores múltiples, aroma inconfundible y mejor que uno no los pise; si..... me estoy refiriendo a las deposiciones de los perros que abundan y no sólo en las veredas, sino también en las calles. Ellas son las culpables que uno no pueda caminar de la forma antes detallada, por el contrario hay que estar muy atento, estudiar detenidamente donde posar el pie para evitar percances desgraciados, lo obliga a adoptar una postura encorvada, siempre cabizbajo, mirando el suelo, el diálogo se limita a: "cuidado hay uno a la derecha" o "fíjate que esas hojas esconden debajo elementos sospechosos" y cosas por el estilo. Y la situación se agrava ya que a lo sólido se le suma lo líquido, que chorrea por paredes y árboles y se derrama por las veredas, linda carrera de obstáculos en la que siempre se pierde.
No es gracioso, no hace mucho salvamos a una pareja de no videntes de no embadurnarse los pies con una inmundicia tal que uno sintió verguenza ajena. Que falta de respeto, de solidaridad, la de los propietarios de estas mascotas, no piensan en los chicos, en los discapacitados, en la salud de los demás, aunque sea por egoísmo tendrían que considerar la de los suyos al menos.
Se pueden escribir páginas sobre el tema, pero así como se alcanzo la prohibición de fumar en lugares públicos, se tendría que solucionar este problema de los excrementos caninos, que ofrece una imagen pésima de la ciudad ante los ojos de los que la visitan y que habla tan mal de nosotros que la habitamos.
Carlos Vicente Ruá
17 de julio de 2008
jueves, 17 de julio de 2008
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2 comentarios:
Buenas tardes. Mi nombre es Alfredo Pedro Presas y soy vecino de Lanús Este. Estoy en un todo de acuerdo con lo que usted manifiesta, y le agregaria a su comentario el deterioro constante de las calles, la suciedad en las veredas y la falta de mantenimiento en plazas y paseos públicos. Es triste ver como una comuna cae y uno se pregunta hasta donde?. Con la llegada de nuevos aires politicos pensamos ingenuamente que algo cambiaria. Pero por el contrario no se observan a 7 meses de gestión vientos de cambio. La suciedad que dia a dia vemos en pleno centro de lanús forma parte del paisaje urbano. Es dificil acostumbrarse a algo asi, pero es la realidad. A veces pretender cambiar algo pareceía utópico pero mas aun cuando no se participa.
Siga adelante con sus convicciones y le deseo mucha suerte!!
Alfredo, gracias por tus deseos. Por otra parte estoy convencido que es la participación de cada uno de nosotros en la cosa pública los que nos va ha permitir revertir el actual rumbe decadente por otro que nos lleve por la senda del progreso y del bienestar.
Carlos Vicente Ruá
23 de julio de 2008.
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